Descripción
El germinado de esta planta de la familia de las coles (brásicas) es uno de los más apreciados por los beneficios que aporta a nuestra salud. Más popular incluso que el de la col kale, ha sido, desde hace un buen puñado de años, el preferido de los que entienden la alimentación como base para la salud.
Contenido: 70 gramos
Contenedor tarrina biodegradable / compostable.
Nota: Disponibilidad por servicio de paqueteria normal solo en los meses de invierno.
Beneficios
-El calcio es uno de sus componentes más destacado, de manera que ayuda a fortalecer los huesos y puede contribuir a frenar la osteoporosis.
-Su alto contenido en magnesio actúa sobre el sistema muscular, aportándole vitalidad.
-Además, mejora el tránsito intestinal. Consumirlo contribuye a eliminar las bacterias contraproducentes en el intestino.
-La glucorafanina es uno de los elementos mejor valorados por muchos consumidores de este producto por sus cualidades antioxidantes. Su asimilación, transformándose en sulforafano, comporta beneficios como antiinflamatorio y antidiabético, además de regular la función cardiovascular y depurar el hígado.
-También ayuda a prevenir la formación de células cancerígenas y protege las sanas.
-Las vitaminas A, B2, B3, B6, C y K también están presentes, así como el ácido fólico y el hierro, de manera que se recomienda a las mujeres embarazadas.
Consejos
El sabor de los brotes germinados de brócoli se integra a la perfección en las ensaladas, aportándoles su marcada personalidad.
En crudo puede servir como buqué de acompañamiento, intenso y fresco, para carnes, pescado y verduras.
Si preferimos pasarlo por el fuego, mejor utilizar cocciones cortas, en un wok de verduras, con unas patatas hervidas, recordando un “trinchado” o en la cremosidad de una revuelto de huevos.
No obstante, hay que recordar que el calor hace que pierda una parte de sus cualidades nutricionales.
Ingredientes
Semillas de bròcoli de cultivo ecológico.
Envase
El origen de los contenedores de Brot d’Or está en las plantas. El maíz y la patata, entre otras verduras, transforman el dióxido de carbono y el agua en azúcares. Lo hacen a través de las hojas y raíces con el impulso de la energía solar. El almidón obtenido de estos cultivos es la materia prima. Con la ayuda de microorganismos, se somete a un proceso de fermentación. El resultado es el granulado plástico ecológico y no contaminante, con el que se fabrican nuestros envases. Estas terrinas son biodegradables, de manera que, depositándolas en el contenedor de los residuos orgánicos, terminan transformándose en compost en un plazo de entre 8 y 12 semanas. El producto resultante se vuelve a incorporar en el ciclo como fertilizante para las plantas.