¿Cómo cambiar un filtro?
Paso 1. Activar el filtro
Una vez abierto el filtro debemos activarlo sumergiéndolo en agua. Podemos utilizar para ello la jarra o cualquier recipiente con espacio suficiente para sumergir el filtro y cubrirlo. Llena la jarra o recipiente hasta la mitad y sumerge el filtro con el agujero pequeño de salida preferentemente hacia arriba hasta que suelte el aire que pueda contener. Si no quieres estar sosteniendo el filtro con la mano puedes colocarle encima el depósito para evitar que flote. Mantenlo sumergido durante 20 minutos.
Paso 2. Colocar el filtro en el depósito
Coloca el filtro en el depósito de forma correcta.
Recomendamos apoyar el depósito en una superficie estable, como una mesa e introducir el filtro en él, con la rejilla hacia arriba, tal y como se muestra en el dibujo. Introducimos el filtro en el depósito y presionamos para que este quede ajustado hasta el final de donde termina el hueco, quedando así a la misma altura depósito y filtro.
Paso 3. Haz 3 filtrados
Pon el depósito debajo del grifo de tu fregadero y llénalo totalmente de agua (puedes darle unos golpecitos suaves con la mano a la parte donde está el filtro para agilizar el proceso de activación). Deja que el agua del depósito se filtre y este se vacíe. Vuelve a rellenarlo dos veces más y deja que el agua se filtre.
Puedes utilizar ese agua para regar las plantas. Recomendamos comenzar a beber a partir del 4º filtrado por motivos de sabor.
Puede salirte el agua un poco grisácea o negra en los primeros filtrados. ¡No te asustes! Es normal y natural. El carbón de coco es un material poroso por naturaleza, por lo que en los primeros filtrados puede teñir el agua.
Paso 4. ¡A disfrutar!
Una vez tenemos el filtro correctamente puesto en el depósito, podemos introducir el depósito en la parte transparente de la jarra y colocar la tapa. ¡Y listo! Es hora de disfrutar de un agua depurada, alcalina, antioxidante y con un sabor natural.
